Encontrarse con Manu Sánchez por primera vez es sinónimo de sorpresa dada su gran altura. Pero pronto aprecias que lo que realmente llama la atención es una timidez comedida que se diluye a medida que encuentra confianza. Educado, risueño y divertido, el presentador de la Semana más larga nos concedió un ratito de su tiempo para charlar abiertamente sobre interesantes cuestiones de la actualidad.
“Yo no hablo un mal castellano, sino un perfecto andaluz”. Es una de las frases que más le gusta repetir a este sevillano profundamente orgulloso de su tierra y que se ha convertido en uno de los referentes del humor de Andalucía en la actualidad. Manu Sánchez (Dos Hermanas, 1985) con casi dos metros de altura, gafas de pasta y un ceceo inconfundible, es una de las caras más conocidas de la televisión. Son ya prácticamente diez años los que lleva acompañándonos en las noches de Canal Sur, tal y como ahora hace con su programa La Semana más larga. Estudiante de Periodismo, humorista, presentador, y hasta empresario que produce su propio programa… nada se le resiste a este polivalente nazareno.
Son muchos años en la televisión, con el desgaste que eso supone para un humorista. ¿Cómo se consigue eso?
Manu Sánchez: Son ya casi diez años sacándole punta a la actualidad y creo que ese es el secreto, estar pegados a lo que ocurre en el mundo. Antes hacía monólogos de cosas más generales como las madres o las mujeres, y los grandes temas son más limitados. Para esto nos ha servido mucho el nuevo formato de programa, ya que emitimos tres veces a la semana y esto da más posibilidad de estar cerca de la actualidad y poder analizarla. Pero estar ahí tantos años es muy complicado, cada vez te tienes que romper más la cabeza, cuesta trabajo seguir sacando cosas nuevas. Pero ese es nuestro reto, y bendito reto, ojalá nos esperen muchos años más.
Tu humor se basa en lo cotidiano, el día a día, ¿está España para bromas o crees que al mal tiempo hay que ponerle buena cara?
Manu Sánchez: Creo que es compatible, que los cómicos tenemos que ser un poco incómodos al poder, porque si no nos convertimos en bufones y a mí no me apetece ser el bufón de nadie. Al mal tiempo no es que haya que ponerle buena cara, es que hay que jugarle para empatar. Por ejemplo la dación en pago parece un tema de política dura, pero nos lo tenemos que llevar al terreno del humor y sacarle punta a lo que nos gustaría que pasara. Cuando hay mala época como esta hay que hacer crítica mediante el humor, es una buena herramienta de construcción masiva.
¿Es quizá en estos malos momentos cuando la gente busca más el humor?
Manu Sánchez: Supongo que ahora cuando conseguimos arrancarle una sonrisa a alguien es cuando más lo necesita. Antes iba por la calle feliz, se había comprado un coche, se había comprado un chalet, tenía tres trabajos y se había ido de vacaciones a Hawái, se sentaba delante de la televisión y si le hacían reír, pues mira un buen rato más. Pero ahora desgraciadamente parece que el humor es más necesario o destaca más, porque si llevas un día regular y te sacan una sonrisa, valoras más esos pequeños detalles. No tengo claro si el humor lo busca la gente más cuando está la cosa mal o cuando está mejor, pero si tengo claro que cuando las cosas no van bien se agradece más que te hagan pasar un buen ratillo.
Con los recortes que se han producido en Canal Sur, ¿Te consideras un privilegiado por librarte de esa tijera?
Manu Sánchez: Por supuesto que me considero un privilegiado, yo, todo mi equipo y creo que ahora todo el que tiene un trabajo. Que llegara el lunes antes era un problema, ahora cuando toca ir a trabajar hay que dar las gracias. Esto ha servido para que nos demos cuenta de que el trabajo no era una putada, sino una suerte. Nuestro programa se ha librado de que nos corten la cabeza, pero arañazos nos hemos llevado, porque las tijeras no son de punta redonda, son de carnicero. La tijera le ha llegado a todo el mundo, al unificar las parrillas de las dos cadenas algunos programas se han quedado fuera al compartir horario, hemos tenido suerte que en nuestra franja no existía ningún producto fuerte.
En Twitter eres un usurario muy activo, incluso has llegado a conseguir un cambio de horario de tu programa por petición de tus seguidores…
Manu Sánchez: Esto demuestra dos cosas, la primera que las redes sociales son muy útiles aunque últimamente sean una herramienta que se intenta demonizar. Es igual que cuando inventaron el cuchillo, no se puede demonizar porque alguien lo utilice para matar, el cuchillo es una herramienta muy útil en la historia de la humanidad. Y las redes sociales son eso, a mi no me gusta cuando los medios se hacen eco del mal uso de las redes sociales e intentan demonizarlas y le meten a mi madre el miedo en el cuerpo. Y otra cosa que demuestra es que quejarse sirve para algo. Hay una frase que escuchamos ahora mucho: “con la que está cayendo no nos podemos quejar”, y sí nos podemos quejar, de hecho con la que está cayendo nos debemos de quejar. Y ahí está, a nosotros nos ha servido para cambiar un día de emisión porque era muy tarde y considerábamos que era tirar el programa.
Incluso tienes una parodia… ¿cómo te tomas que hagan humor contigo?
Manu Sánchez: Existe una cuenta fake, yo me puse en contacto con quien lleva la cuenta para que dejara claro que era una parodia y no existieran confusiones, pero espero que nos riamos mucho juntos. Creo que es lo bueno de Twitter, que hay libertad para que cada uno haga lo que quiera y porque hagan humor conmigo no hay ningún problema, yo soy el primero que me rio y espero que nos lo pasemos muy bien.
En tu programa en que faceta te sientes más cómodo, ¿en la de presentador haciendo entrevistas o haciendo monólogos como humorista?
Manu Sánchez: Donde más disfruto es en el monólogo, pero como director del programa engañaría si digo que no disfruto haciendo algo, he intentado que todos los elementos y contenidos me hagan sentirme cómodo. Si me tengo que quedar con algo es con la pizarra, aunque diría como mi madre: “¡qué dedo me corto que no me duela!”. Yo le debo mucho al monólogo, pero es verdad que monologuistas hay muchos y hemos tenido la suerte de inventarnos una pieza nueva para el humor que es la pizarra, habrá las que te gusten y las que no, pero todo el mundo tendrá que reconocer que Manu Sánchez en su momento inventó la pizarra. Pero por ejemplo con Valèrie me lo paso muy bien, y como entrevistador también disfruto mucho, aunque más que entrevistar considero que echamos un ratito divertido de charla.
Por tu programa han pasado muchos personajes, ¿qué entrevista recuerdas con más cariño o quien ha sido el personaje que más te ha gustado entrevistar?
Manu Sánchez: Son ya muchas entrevistas, en diez años han pasado muchos por mi programa. Pero si tengo que decir algún nombre Paco y María León son absolutamente geniales, diría que por amistad las veces que he entrevistado a Eva González me lo he pasado muy bien. Jordi Évole, es una persona a la que admiro un montón y a raíz de aquella entrevista hemos entablado amistad y seguimos manteniendo el contacto, a Bustamante por poco lo mato en directo, Leticia Sabater con su ímpetu casi me deja embarazado, con José María García y Sánchez Dragó hubo una pugna con espadas y florete en pleno directo… la verdad que las ha habido de todo tipo y se me olvidan un montón de nombres.
En todos tus monólogos haces una defensa de Andalucía y el andaluz, ¿Qué significa para ti tu tierra?
Manu Sánchez: Me quedo con una frase que dice un colaborador del programa, el catedrático Pérez Orozco: “lo mejor del mundo es el mundo”, yo no soy de lo mejor del mundo es Andalucía y ya está. Pero aquí tenemos cosas maravillosas que tenemos que saber venderlas, estar orgullosas de ellas y ser capaces de sacarles partido. Porque parece que llevan mucho tiempo con la intención de acomplejarnos y de hacerlo con cosas tan nuestras como nuestra forma de hablar. Cuando he ido a nivel nacional siempre han visto en mi forma de hablar un problema, y yo digo si algo no está estropeado no hay que arreglarlo, alguien ha decidido que hablar andaluz es hablar mal y eso no es cierto. Parece que solo por utilizar el andaluz ya lo estás defendiendo, no estamos acostumbrados a que en la tele alguien hable andaluz, no estamos acostumbrados que se utilice ni en Andalucía, ni en Canal Sur y por eso nos suena raro escuchar el ceceo en la televisión. Bendita sea esa banda que nos han colgado de defensores oficiosos de Andalucía y del andaluz, la seguiremos llevando con orgullo y esperemos estar a la altura.
En un mundo como el de la televisión que todo está muy preparado ¿Dejas en tu programa una parte a la improvisación?
Manu Sánchez: Tengo un problema con la improvisación, creo que está sobrevalorada. No tiene que ser para cubrir hueco que no tengas preparado, nosotros planificamos el programa minuto por minuto. Aunque es verdad que improviso mucho, en el directo me vengo arriba y si en el momento se me ocurre algo mejor de lo que hemos preparado lo suelto, pero eso lo puedes hacer porque tienes la tranquilidad de que tienes algo planificado detrás. Hay mucha gente que la valora, pero a mí me parecería una falta de respeto al público dejar un hueco solo para improvisar.
¿Te han tirado alguna vez de las orejas por algo que has improvisado?
Manu Sánchez: Hay algunas cosas que he preparado pensando que me iban a tirar de las orejas y luego he dicho que las he improvisado. La verdad es que nos riñen poco, yo sé donde no puedo meter, no hacer bromas que puedan herir la sensibilidad de la gente, lo que queremos es que la gente pase un buen rato, no que se molesten con nosotros. O al menos alguien que no queremos que se moleste, porque hay a quien sí queremos molestar y meterle el dedito en el ojo y lo hacemos encantados. En tema político no me han dicho nunca nada, Manu Sánchez el humorista no vota a nadie, lo que tiene hacer es que molestar y si ve que algo no le gusta ponerlo de manifiesto.
En tu relación con el deporte hiciste tus pinitos como jugador de baloncesto…
Manu Sánchez: Tengo muchos entrenadores que podrían discutir eso de que he sido jugador. Pero sí, la verdad que no sé si arrastrado por mi 1, 95 metros acabé jugando al baloncesto desde los 8 años a los 18. Tuve que dejarlo por los estudios, después vino la vorágine de la televisión y la productora y nunca lo retomé. Al final todo el tinglado en el que estoy este se lo debo al baloncesto, todo empezó como una encerrona de los compañeros que un día me anunciaron en un sitio por la espalda, con premeditación y alevosía y lo que empezó como una broma y al final es mi trabajo.
¿Cómo se definiría Manu Sánchez?
Manu Sánchez: Soy más tímido que el Manu de la tele. Hay un Manu que es el que está en la televisión y no puede tener vergüenza, no puede ser tímido para conducir un programa de humor. Pero después yo al personaje me parezco en algunas cosas, en otras no nos parecemos en absoluto. A fin de cuentas yo me tengo que enseñar menos, todo el mundo pretende ver al Manu de la tele.