Alejandra López

Maribel Verdú

De Buenos Aires a Madrid, la actriz madrileña acaba de estrenar la película ‘Sin hijos’, que coprotagoniza junto al actor argentino Diego Peretti. Este año, también la hemos disfrutado en la última película de Gracia Querejeta, ‘Felices 140’, y estará en el próximo proyecto de la directora. 

Después de sesenta películas en su filmografía, Maribel Verdú reconoce que sigue teniendo miedo ante cualquier nuevo proyecto. Cuando el director grita “acción”, todo ese pánico pasa y aparece el brillo en los ojos y la sonrisa propia de la actriz. En agosto, estrenó la comedia romántica argentina ‘Sin hijos’, de Ariel Winograd, en la que interpreta a una mujer que no quiere ser madre, algo con lo que se siente identificada. Próximamente, también la podremos ver en la adaptación cinematográfica de la obra del dramaturgo Antonio Tabares, ‘La punta del iceberg’. Charlamos con ella apenas diez minutos, pero fueron suficientes para descubrir a una actriz humilde, “disfrutona” y con energía, la misma que desprende en cada proyecto que presenta.

SPLUS MAGAZINE: Acabas de estrenar en España la película argentina ‘Sin hijos’, ¿por qué aceptaste este proyecto? ¿Qué te llamó la atención?

Maribel Verdú: Me lo envío el productor y lo leí enseguida. Por lo poco que me contó, me atraía el tema y al leerlo, me encontré, francamente, una comedía divertida, una comedia diferente. Mi primera comedia romántica, en mi vida, además. Se aborda un tema que nunca había visto en cine anteriormente, que es la no maternidad desde un punto de vista divertido. Y luego, además, trabajar con Diego Peretti me hacía una ilusión impresionante. También la excusa de irme a Buenos Aires, que es una ciudad que me encanta, ya tenía todos los elementos, ¡como para decir que no!

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SP: ‘Sin hijos’ es tu cuarta película en un país suramericano, ¿qué te aporta este tipo de cine que no te da el español?

MV: Me aporta lo mismo. Lo que te atrapa y lo que te engancha, da igual en qué país sea, son las historias. A mí, realmente, me interesa mucho el cine que habla de relaciones, de personajes, un cine dialogado, y a poder ser que no sea previsible ni obvio y que a mí, como espectadora, me gustaría ver.

SP: Estamos acostumbrados a verte como pez en el agua en el género dramático, ¿tienes ganas de que la gente te vea en un papel cómico?

MV: Sí, la comedia es mi género favorito, siempre es como el más denostado. Las últimas comedias que hice estaban escritas por Rafael Azcona. Es muy difícil encontrar un guión con ese ingenio, con ese humor inteligente. Cuando empiezo a leer las comedias que me ofrecen se me cae la cara de vergüenza, por lo menos las que a mí me han ofrecido, no me han gustado nada para rodarlas. Entonces, prefiero seguir con mis dramas, absolutamente dignos, maravillosos y ya está porque soy muy rarita para la comedia, a mí no me hace reír cualquier cosa. Me gusta mucho la comedia argentina, lo hace todo tan en serio y tan de verdad… Igual que me gusta mucho la comedia inglesa. Por ejemplo, ‘Un funeral de muerte’, yo veo esa película y me estoy muriendo a cada minuto. Me parece genial, bestial. Humor inglés en estado puro. Ese es mi problema, me encantaría seguir haciendo comedia pero comedias buenas que me hagan reír.

Cuando empiezo a leer las comedias que me ofrecen se me cae la cara de vergüenza (…) Por eso prefiero seguir con mis dramas. A mí no me hace reír cualquier cosa.

SP: Eres la musa de la directora Gracia Querejeta. Este año has estrenado su película ‘Felices 140’ y, próximamente, volverás a trabajar con ella en su nuevo proyecto ‘Setenta veces siete’, ¿qué te aporta Gracia como directora? ¿Trabajarías con ella sin importar el personaje que interpretes?

MV: Por supuesto, yo en esta película -que ojalá salga adelante-, tengo un papel pequeño, como el que tuve en ‘Quince años y un día’. A mí me da igual que un personaje sea más corto o más largo, lo que me importa es cómo sea la historia y quién la dirija. Gracia me aporta, a parte de la seguridad que me da trabajar con ella, una palabra que yo adoro en esta vida que es la complicidad, es entendernos sólo con la mirada, me lo paso bien con ella, me divierto. Es muy práctica trabajando, va al grano y es una manera de trabajar que a mí me fascina.

SP: Otro director con el que repites después de la exitosa ‘Blancanieves’ es con Pablo Berger, ¿puedes adelantarnos algo de tu personaje?

MV: Sí, repito. He visto que él ya lo ha dicho públicamente, así que ya se puede decir. Me ha regalado la protagonista de su próxima película que haremos el año que viene y que me tiene enloquecida porque otra vez me ha dado otro personaje diferente en mi registro. Igual que yo nunca había hecho de mala malísima en el cine con la madrastra de ‘Blancanieves’, ahora hago un personaje del que no puedo hablar pero que nunca en mi vida lo había tocado, no sé ni por dónde empezar a construirlo pero cuando llegue el momento ya se verá, con su ayuda y con recursos que una saque, yo no sé de dónde, supongo que saldrá.

SP: Ibas a rodar una serie, ‘Cuestión de sangre’, que finalmente no harás, ¿no has recibido buenos proyectos de televisión?

MV: He recibido y de hecho a lo mejor hago una serie pero no quiero adelantar nada hasta que no esté confirmado. Me apetece unirme a todo proyecto que me vaya a aportar algo, que me entretenga, me divierta, me guste, que vaya a ser feliz haciéndolo el tiempo que dure, ya sea de cine, televisión o teatro. No digo que no a ningún medio sino a la calidad de lo que me propongan. La televisión me parece una plataforma alucinante para tantos actores y directores. Está dando trabajo a muchísima gente y es verdad que tenemos un país con mucho talento. Hemos demostrado que se puede hacer de todo en ficción, desde drama, comedia, pelis de suspense, mudas, en blanco y negro… Antes era todo más convencional y ahora se hacen series en las que no salen niños y no pasa nada, tienen el mismo éxito.

SP: Llegaste al mundo del cine y de la interpretación con trece años, ¿hay algo de tu adolescencia que te arrepientas de haber perdido?

MV: Ya quisieran todas las amigas de mi infancia haber vivido todo lo que he vivido yo. Los que nos dedicamos a esto, si algo no hacemos, es arrepentirnos por las cosas que no hemos hecho porque hemos hecho más de las que incluso deberíamos. Hemos vivido tantas historias que uno no podrá vivir ni en 7 vidas, y no me refiero a la serie –ríe.

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SP: Después de sesenta películas y tantos éxitos, ¿cuál ha sido para ti tu mayor logro profesional y personal?

MV: No ha habido un solo logro. Es un compendio de muchas oportunidades que me ha dado la vida y que he sabido aprovechar o que he estado ahí, de repente, para hacer proyectos maravillosos que han resultado éxitos increíbles, que han sido pequeños hitos en mi carrera. Pero no puedo decir sólo uno porque una carrera, por lo menos la mía, está formada de muchas pequeñas películas, obras de teatro, series… no sólo hay una. Y personal, lo tengo más claro que el agua, es la unión con mi chico, desde que lo conocí.

SP: ¿Hay algún proyecto, alguna película, que hayas dicho “no voy a ser capaz” y después lo hayas conseguido hacer con éxito?

MV: ¡Cómo alguna peli! Cada película es “¡socorro! ¿Qué hago?, Yo no voy a saber sacarla adelante, como cojo esto, yo no puedo”. A la primera película de Gracia Querejeta le dije que no porque me cagué de miedo. Ahora he rodado una, ‘La punta del iceberg’, que dije que no, que no quería, que no podía, que “¿cómo voy a hacer eso?” Y mi representante, el productor y el director insistían, yo les decía que no tenía tiempo -acababa de terminar ‘Felices 140’- que yo no sabía cómo hacer eso, del miedo y del terror. Eso sí, una vez me pongo a ello, todo desaparece, los miedos, los dramas. En cada proyecto pienso que no voy a ser capaz. La gente que me rodea confía infinitamente más en mí que yo misma.

SP: ¿Qué nos puedes contar de este proyecto, ‘La punta del iceberg’?

MV: La película la vi hace poco –ya había visto la obra de teatro en ‘La Abadía’- y es alucinante. No te puedes imaginar cómo es una primera película de un primer director, y una historia que te atrapa y no te suelta. Espectacular, de verdad.

SP: Esperaremos a verla. Muchas gracias, Maribel, por este ratito.

MV: A vosotros. Un placer.