En unos días estrenará su primera “comedia regional de aventuras”, ‘Cuerpo de élite’, junto a María León. Este año ha sido su año. ‘El Rey Tuerto’ y ‘Rumbos’ acompañan en su cartelera a la comedia de Joaquín Mazón, junto a un capitular en ‘El Ministerio del Tiempo’. ‘Anclados’ y ‘Perdiendo el norte’ son otras ficciones que lo dieron a conocer. Pero todo empezó, “en parte”, por un ‘Doble Check’.
Tenía ganas de visitar el Coconut Bar y me encontré a Esparbé en la puerta. Colores chillones y neones. Pantalones cortos y camiseta con bolsillo, look informal para una charla de la vida, de los idiomas y de la profesión. Este actor catalán, que ahora interpreta a un agente de movilidad madrileño en la comedia que se estrena a finales de agosto, está encantado con su profesión. No es para menos. Tiene trabajo. La comedia le acompaña y se nota la felicidad en su rostro. “El humor es uno de los métodos para llegar a la felicidad verdadera”, nos sonríe.
SP- En unos días estrenas ‘Cuerpo de élite’, ¿qué nos puedes adelantar de este proyecto?
ME- Estrenamos el 26 de agosto con muchas ganas. Tengo mucha curiosidad por ver que tal responde la gente. Esta peli, como yo la defino, es una comedia regional de aventuras. Ofrece un grupo de personajes, superdistintos entre sí, que necesitan entenderse para solucionar una misión concreta, y en este equipo loco, tan cafre, interpreto a un agente de movilidad madrileño, siendo yo de Barcelona, como bien sabes. Imagínate, es una maravilla.
SP- Al catalán ya lo tenían, ¿no?
ME- No, de hecho, me presenté al casting para el catalán pero fue el director, Joaquín Mazón, y la productora, los que me propusieron para el protagonista. Dicho y hecho. Inevitablemente, mi acento cuando hablo castellano es el de aquí, porque es donde lo hablo, de vez en cuando siempre sale la típica catalanada de turno, pero hay gente que me ha conocido en Madrid y no me ubica. También te digo que, a pesar de lo que pueda parecer a priori, lo del vasco, el catalán,… es una fórmula, pero no se hace la caricatura al 100%. Es un estereotipo presentado, por ejemplo, Jordi Sánchez, que interpreta al catalán, no marca mucho el acento, no se busca eso. De hecho, eso es lo que hace que los personajes sean cercanos y el espectador pueda empatizar con ellos, si haces una cosa muy estereotipada, no interesa.
SP- ¿Por qué crees que el espectador debe de elegir esta película entre sus planes de verano?
ME- Primero porque, sinceramente -es la primera peli que estreno en esta época-, creo que es una peli que puede ir muy bien a final de verano. La gente se va a reír, lo comprobamos en los primeros visionados. Y, segundo, porque es un formato al que estamos muy poco acostumbrados y esta muy bien que le demos una oportunidad. ¡Es una comedia de aventuras! El único que lo iguala en este país, y muy bien hecho además, es Luis Caldera con ‘Anacleto’. Es un formato al estamos acostumbrados en pelis anglosajonas pero aquí, nos cuesta más. Sólo por eso, ya vale la pena. Y luego porque, sinceramente, imagínate, que estoy dentro, tiene un reparto que invita mucho a echarse unas risas en pleno verano.
SP- Hay un reparto muy bueno en comedia…
ME- Sí, pero dejando a un lado la comedia, hay una historia de equipo que, como espectador, es la que más me engancha. El chiste está muy bien, me reí mucho, pero lo que más me tira es lo que les pasa a ellos, e ir con ellos. Son las historias de aventuras que nos hemos comido de pequeños, no te digo que lo compares con ‘Los Goonies’, pero si, por ejemplo, una reciente, ‘Guardianes de la Galaxia’, es una peli que tiene una gran infraestructura y coste pero, salvando muchísimo las distancias, tú vas con el equipo, ver cómo se resuelve la trama entre ellos. Creo que está bien enfocado y el trabajo, bien hecho.
SP- Interpretas a un agente de movilidad madrileño, ¿qué has descubierto de diferente en tu personaje?
ME- Me pone muy cachondo, a priori, que me digan haz el madrileño y no el catalán. Cuanto más alejado de mí, mejor me lo paso. A pesar de eso, insisto, no quería remarcar lo típico ni hacerlo un chulapo porque no era un chulapo. Lo que he descubierto de él es que es un niño. Es un tío que esperaba ser el superhéroe de la peli y, en realidad, es un loser, aspiraría a ser miembro de las fuerzas armadas y, con todo el cariño a los agentes de movilidad de Madrid, se ha quedado ahí… Está empapelando a media ciudad y se cree el puto amo. Ahí está la gracia, el chiste. Y lo bonito, todos los personajes tienen una doble lectura a medida que avanza la historia. En el caso de Santi, lo bonito es que esa actitud, de pronto, se revienta; a raíz del contacto con estos compañeros tan curiosos y de la trama que tiene con María León, se da cuenta de que ha vivido engañado toda su vida y ahora tiene que tirar para adelante.
SP- ‘Rumbos’, ‘El Rey Tuerto’ y ‘Cuerpo de élite’ han coincidido en estos meses…
ME- Sí, han coincidido los estrenos en poco margen de tiempo. El estreno oficial de ‘El Rey Tuerto’ y ‘Rumbos’, además, coincidió en Málaga, junto al pase de cinco minutos de ‘Cuerpo de Élite’. Esta coincidencia es un regalo, tres pelis tan distintas entre sí, ‘El Rey Tuerto’ es una comedia negra, negrísima, ‘Rumbos’ era drama con una brisita de comedia, diría yo, y luego ‘Cuerpo de Élite’, una comedia de aventuras muy honesta.
SP- ¿Estás contento con tu año de cine?
ME- Muchísimo. Porque, además, se ha juntado también con el estreno de una colaboración en ‘El Ministerio del Tiempo’, que me lo pasé muy guay, fue muy gracioso. Es una serie que sigo como espectador, imagínate, ves la primera temporada y te atrapa, tiene el nivel de una serie internacional, pero la tenemos en casa.
SP- ¿Cómo se presenta 2017?
ME- El año que viene se estrenará ‘No sé decir adiós’, una peli de bajo presupuesto con Juan Diego, Natalie Poza y Lola Dueñas, opera prima de Lino Escalera en la que tengo un papel muy chiquitín. Hago de compañero de oficina de Natalie Poza y me apetecía mucho currar con ella porque me parece una actriz brutal. Ahora estoy rodando la película ‘Es por tu bien’ de Carlos Therón, y hay otras cositas que no están ni atadas. Afortunadamente, hay trabajo.
Intento defender siempre mis personajes desde la verdad. Para él es un drama de verdad, lo siente y lo pasa mal.
SP- No hay comedia española que se estrene en la que no aparezcas, ¿cuáles son, para ti, los ingredientes que tiene que tener una buena comedia?
ME- Soy más de la comedia de situación que del chiste repetitivo. El remate cada tres réplicas me acaba cansando. Las series que sigo, inglesas, norteamericanas, son un tipo de comedia en el que el propio protagonista lo pasa fatal, una comedia muy llevada desde la verdad, y ese es el modo desde el que intento defender siempre los personajes, para él es un drama de verdad, lo siente y lo pasa mal. Si el actor está sintiendo, el espectador también y eso es maravilloso. Es la única manera, hagas comedia o drama.
SP- ¿Qué es para ti el humor?
ME- ¡Uau! El humor, en mi vida, es una herramienta, tiro mucho de humor cuando estoy nervioso o cuando trato de seducir. Para mí, es uno de los métodos para llegar a la felicidad de verdad, ¿sabes? Ha tenido mucho que ver en los momentos más felices de mi vida.
SP- ¿Todo fue por un ‘Doble Check’?
ME- (Ríe) En parte sí, todo fue por un doble check, llevas razón. Hay dos puertas grandes que se me abrieron en Madrid, directores de casting que me empezaron a ver a raíz de dos trabajos. Uno fue el cortometraje ‘Doble Check’, donde curré con Paco Caballero y con Mariam Hernández, y le pedían recomendación. Conocí a algunos directores de castings, entre ellos a Ana Sanz, que me propuso para ‘Perdiendo el norte’. Y luego, hay una segunda puerta, a la que también le estoy muy agradecido, que es ‘Barcelona, noche de verano’, una peli pequeñita que levantamos entre cuatro mataos y que funcionó muy bien en la taquilla catalana. Nadie daba dos duros por ella, pero era tan cercana, una comedia romántica tan bonita, funcionó muy bien allí y la gente que la pudo ver aquí también. Hay mucha gente que la ve ahora, después de haberse estrenado la segunda parte, y me la recuerdan.
SP- ¿Cómo descubriste el mundo de la interpretación?
ME- Un poco como muchos. Era el típico que en las cenas de navidad armaba los pollos padres, y luego en los festivales de fin de curso igual. Nos escapábamos de clase para organizarlo y la mitad del tiempo nos lo pasábamos riéndonos de nosotros mismos, creando el clima. Con quince años, me puse a estudiar teatro amateur en el centro cultural de Manresa, luego llegan los 18, el momento en el que no sabes qué hacer con tu vida; quería entrar en el Instituto del Teatro en Barcelona y en mi casa era como ya tendrás tiempo… Me puse a estudiar una carrera más convencional, Humanidades, nada vocacional, me atrae muchísimo pero la habría estudiado igual más tarde. La terminé y empecé Interpretación a los 23, un año más tarde, ya estaba trabajando.
SP- Llevas cinco años creciendo como la espuma, ¿qué era de Miki Esparbé antes de todo esto?
ME- Fue curioso, mi primera experiencia televisiva de rodaje, ya no te cuento cortos, te hablo de algo más profesional, que me diera para comer…
SP- Qué te paguen por trabajar, vamos.
ME- Claro, cuando ya te empiezas a creer que te puedes dedicar a esto, fue en ‘Salvados’. En su primera temporada, tenía unas cápsulas de ficción que eran cámaras ocultas, interpretaba, junto a otro actor, a una pareja gay que se declaraba en actos públicos. Estuve con ellos un año. Luego, al año siguiente, entré en un magazine de tardes, haciendo de reportero, y en una serie para Tv3 que se llamaba ‘Pop Ràpid’, y en otra para Telecinco, ‘Palomitas’. Luego, al añito, empezamos a rodar ‘Barcelona, noche de verano’,… Y ahí comienzan esos cinco años que tú dices. Afortunadamente, empecé a trabajar prontito pero no me he librado de servir copas. En verano y en Formentera.
SP- Te hemos visto en televisión en ‘Anclados’ o en la última temporada de ‘El Ministerio del Tiempo’, ¿qué crees que puede hacerse en nuestra industria televisiva para que series de calidad no sean canceladas?
ME- Estamos en un momento muy especial. El que el modelo de industria al que estábamos acostumbrados está en plena reestructuración. El consumo de series ha evolucionado muchísimo gracias a las nuevas plataformas, el modelo de “serie familiar” ha pasado a ser uno más dentro de un abanico muy amplio que nos ofrece el mercado y hay mucha competencia. Tenemos a grandes profesionales creativos y técnicos al frente de ellas y el resultado final está haciendo que se abra un mercado internacional muy interesante. La oportunidad de que haya distintas plataformas dará la posibilidad de que se puedan dirigir las series a un público más concreto y se vaya consolidando un nuevo mercado.
La oportunidad de que haya distintas plataformas en televisión dará la posibilidad de que se puedan dirigir las series a un público más concreto.
SP- En teatro te hemos visto en El Rey Tuerto, ¿cómo fue ese viaje de más de dos años de funciones hasta llevar la historia a la gran pantalla?
ME- Fue la experiencia más longeva que he tenido, y lo que comporta este viaje, es que te cale muy hondo. Al final, la película cerró el círculo, puso el lazito. Imagínate, dos años y medio de funciones, además es un texto que oscila continuamente entre comedia y drama, una comedia negra, estás riéndote y, de pronto, te manda al pozo y te vuelve a levantar… Como espectador te deja, a través de la comedia, totalmente destrozado. Tuvimos la oportunidad de ver cómo funcionaba muy bien por parte del público, la hicimos dos temporadas en Barcelona, dos en Madrid y gira por toda España, carretera y manta. Y, además, siempre en catalán y en castellano, tal y como hicimos la peli, en los dos idiomas en 17 días. Una locura, volvía reventado, en dos semanas hicimos dos pelis. El equipo técnico flipaba. El director de fotografía, Xavi Giménez, nos decía, “esto con otro reparto, que empiece de cero, hubiera sido imposible”. Claro, tú dabas acción y podías tirar quince minutos si querías.
SP- En tu twitter te defines como actor y cosas varias…
ME- Sí, principalmente, mi vocación es actor. Luego soy curioso. Pongo cosas varias porque me parece más de varietés, a lo Norma Duval (ríe).
SP- ¿Qué cosas varias no conoce el público de ti?
ME- Soy muy de rituales, me gusta, por ejemplo, imprimirme los guiones siempre igual, no subrayo nunca con fosforito amarillo, siempre salgo con los dientes cepillados antes de actuar o de irme a rodar. Nada del otro mundo.
SP- Te has atrevido con la dirección, ¿qué has descubierto dirigiendo?
ME- Lo bonito de ponerse detrás es que valoras mucho el trabajo de todo el equipo, no sólo el de los actores. Soy muy curioso en un set de rodaje o en una sala de teatro. Me gusta saber qué está haciendo todo el mundo porque es un trabajo de equipo. Y unas veces va a fallar el técnico de turno y otras vas a fallar tú. Todos tenemos que ir a una. Consiste en eso, en equivocarte hasta encontrarte. Siempre he tenido la suerte de rodearme de gente maravillosa. En este segundo corto, ‘Niña de papá’, conté con un equipazo brutal y, de alguna manera, me he sentido en casa. Como sé que no es lo mío, me rodeo de grandes profesionales para ir tranquilo y poder trabajar en lo que domino, el trabajo de los actores. El primer corto, ‘El palo’, fue algo fácil con Leticia Dolera, un palo de selfie y un móvil, rodamos seis tomas. Lo hice primero porque soy consciente de lo que se tiene que movilizar para un rodaje. Era una cuestión de miedo, de respeto, de tener un equipo a tu cargo, manejar todos los departamentos y tenerlo todo tan claro, aunque también hay una cosa de impunidad, como es algo de hago de marzo a marzo, que no es lo mío, si algo sale mal, tampoco pasa nada.
SP- También podemos leerte en ‘Soy tu príncipe azul pero eres daltónica’, ¿cómo surgió este proyecto?
ME- Fue un encargo de la Editorial La Galera, querían una comedia romántica pero solo no me veía capaz y llamé a Paco Caballero, nos liamos la manta a la cabeza sin saber lo que era escribir un libro. Funcionó muy bien, nos dios cuenta de que podíamos escribir a cuatro manos. Es un comic y lo bueno es que, en realidad, es una peli en su estructura, la caída del personaje, cómo se levanta… Hay una experiencia de codirección con Paco, hicimos un clip promocional muy chulo que se llama ‘¿Te acuerdas de tu amor platónico?’ Fue un fenómeno viral, tiene más de dos millones de visitas. El libro va sobre el reencuentro de un tipo con el amor platónico de su vida.
SP- ¿Qué retos te quedan por superar?
ME- Hay una cosa que me gustaría hacer, hablando de la codirección, que es protagonizar y dirigir, con una mirada externa siempre, sólo no podría. Me picó el gusanillo con ‘El Palo’ y con ‘Requisitos para ser una persona normal’, la ópera prima de Leticia Dolera fue así. Es una proeza. Me llama mucho la atención. También me gustaría trabajar en otra lengua que no sea ni catalán ni castellano. Me parece todo un reto. Porque en otra lengua, somos distintos, tienes una actitud diferente, yo tengo una forma de ser en catalán y otra en castellano, es inevitable, va con la lengua.
SP- ¿En qué se diferencia?
ME- Te pongo un ejemplo de ‘El Rey Tuerto’, el castellano es más tosco, más seco. Nosotros, en Cataluña, hablamos en catalán pero insultamos en castellano casi siempre, las palabrotas te salen en castellano. La lengua es más dura. Hay gente que ha visto las dos versiones de la peli y la catalana la ve más cómica y la castellana más dramática. Es una cuestión puramente lingüística.
SP- La mitad de los españoles no va nunca al cine, ¿qué podríamos hacer para mejorar ese dato?
ME- No me digas los que nunca leyeron un libro porque me voy. El fenómeno ‘Ocho apellidos vascos’ abrió muchas puertas y en los dos últimos años hemos hecho un buen trabajo, generando películas para todos los públicos, de distintos targets, y hay que seguir en esa línea. Sí que es verdad que hay mucho trabajo por hacer, ya no sólo por nuestra parte, sino por parte del nuevo gobierno, que llegue cuando llegue. No puede ser que llevemos tanto tiempo con un 21% de IVA cultural; no beneficia a nadie, porque las nuevas generaciones no pueden ir al cine porque no llegan, o porque deciden invertirlo en tomarse una copa, es lícito, pero lo suyo es poder hacerlo todo. Y ahí está que cuando es una fiesta del cine, se petan las salas. No es que la gente no quiera ir al cine, es que no se lo puede permitir. Lo necesario es bajar ese IVA cultural y, después, lo que está en marcha, acercar a la gente al cine, al teatro, enseñarles que se están haciendo cosas muy bonitas.
Es necesario hacer una política educativa que acerque a la gente a la cultura, no que les provoque rechazo.
SP- En tu twitter eres crítico con los corruptos, ahora en concreto con Leo Messi, ¿cómo ves el país en el que nos estamos convirtiendo?
ME- Yo soy culé pero no soy gilipollas, no se puede hacer apología a la corrupción. Igual que no lo haría por los corruptos del PP, no lo hago por Messi, por mucho que me guste como juega al fútbol. Una cosa no quita a la otra. Tenemos mucha capacidad para pasar página y olvidarnos de las cosas, no nos viene nada bien. El resultado de las últimas elecciones es un ejemplo. No te voy a decir ni a quién voto ni por donde voy, pero es generalizado que hay muchísima gente de mi quinta, y no tanto de mi quinta, que no entiende lo que pasa. Y me deja muy noqueado. La política que se ha llevado a cabo en los últimos cuatro años en torno a mi sector, no nos beneficia. Todos recordamos el debate a cuatro y nadie habló de cultura ni hicieron ninguna propuesta. Me da mucho miedo. Para mí es igual de importante trabajar el tema de las pensiones que trabajar algo que afectará a las nuevas generaciones y hacer una política educativa que acerque a la gente a la cultura, no que les provoque rechazo.
SP- Totalmente de acuerdo. Aquí lo dejamos, Miki. Muchas gracias por todo.
ME- Gracias a vosotros. Hemos hablado de la vida, un poquito de todo. Un placer.